ATTAC y la política
Attac Francia
La fundación de ATTAC es el resultado del rechazo de un pensamiento económico único, de una decisión monopolizada por unas élites más arrogantes que expertas, y de una sujeción de la democracia a la autocracia financiera.
Alrededor de una proposición emblemática inicial, la Tasa Tobin, ATTAC ha sido llevada sobre las fuentes bautismales por una reunión muy amplia de diversos títulos de prensa, asociaciones, organizaciones sindicales, personalidades y sobre todo de una cantidad impresionante de ciudadanos y ciudadanas deseosas de comprender, de moverse, de invertir las lógicas dominantes, de contrariar la dictadura de los mercados financieros.
Contestar la dominación de las finanzas en un mundo donde todo deviene progresivamente mercancía, donde todo se vende y se compra, es contestar la organización de las relaciones económicas, humanas, sociales, políticas; es situarse finalmente sobre un terreno eminentemente político con la voluntad de transformar el mundo por la vía de movilizaciones democráticas y ciudadanas.
Habida cuenta de su desarrollo, de su peso creciente, de las adhesiones y contribuciones diversas que cristaliza, ATTAC ha sido conducido a hacer política, y de ahí a mantener, a diversos niveles, unas relaciones con actores políticos, ya sean o no institucionales. Esta situación suscita múltiples problemas y cuestiones, de los cuales una central: el de la independencia de la asociación y el rechazo de cualquier instrumentalización.
Hoy, ATTAC se enriquece con la aportación de numerosos adherentes detentadores de experiencias largas y diversas, de nuevos militantes, así como de un número aún más grande de adherentes sin experiencia militante. Esta diversidad es pues vivida como un triunfo en la medida que contribuye a atender al objetivo asignado por nuestra plataforma: la reconquista de espacios perdidos por la democracia en provecho de la esfera financiera, y porque no, la conquista de otros.
En efecto, la acción de ATTAC, contra, especialmente, la “dictadura de los mercados”, por la tasación de las transacciones financieras, por la abolición de los paraísos fiscales y por la anulación de la deuda pública del tercer mundo es hoy fundadora de democracia. Contribuye a recuperar márgenes de maniobra al ejercicio político, y por consiguiente a la libertad de elección de los ciudadanos, tanto en la esfera nacional como internacional.
Algunos parlamentarios de la república, de diversas formaciones, especialmente en el Parlamento francés y en el Parlamento europeo, así como algunos representantes locales, están adheridos a ATTAC. En todos los casos esta adhesión se hace sobre la base de la plataforma de la asociación. Desde su elección, los parlamentarios adherentes, desde que se reagrupan en colectivos específicos juegan un papel particular, distinto de aquél que jugarían en comités locales de los cuales pueden, por otra parte, ser miembros como cualquier otro ciudadano, y por consiguiente en pié de igualdad con otros militantes.
Sin desconocer sus compromisos, ATTAC espera legítimamente de ellos que, en la medida de lo posible, inscriban sus acciones y sus prerrogativas de electos en el cuadro de las campañas nacionales de la asociación. Desde un punto de vista general, son llamados a funcionar en redes especializadas, a desarrollar unas actividades propias y a cooperar con la dirección nacional de ATTAC, así como con los comités locales. La llamada de Morsang constituye, a este respecto, un punto de referencia importante para la actividad conjunta de los electos y de los comités locales.
Por tanto, ATTAC no es un partido político y no tiene vocación de convertirse en ello: no presenta candidatos a las elecciones, no está subordinado a la lógica electoral, en su calendario o en sus actuaciones. Ningún candidato puede servirse de sus siglas, la asociación se prohíbe todo apoyo en cualquier elección. Si, en el curso de la campaña, hace oír su voz sobre sus propios temas, no toma posición -salvo contra la extrema derecha- por ningún candidato.
Ningún miembro de ATTAC, candidato a una elección, está autorizado a invocar esta cualidad en su declaración de principios o en su presentación. Es libre, por el contrario, de sostener y defender, por su cuenta, las -o unas- reivindicaciones de la asociación. En el mismo sentido, los dirigentes nacionales de ATTAC no se presentan en ninguna lista. De forma general, los dirigentes nacionales y locales de la asociación evitarán todo lo que puede ser factor de confusión entre sus responsabilidades asociativas y lo que compete a sus propios derechos ciudadanos.
Los objetivos de ATTAC, coinciden, en algunos aspectos, con los de múltiples organizaciones, ya sean éstas parte del movimiento asociativo, sindicales o políticas. Participa del mismo campo que los movimientos de educación popular tradicionales, y, en este respecto, ATTAC juega el papel de estimulador cardiaco. Esta estimulación, de la forma que se ejerce, constituye evidentemente un riesgo para la escena política y para sus actores. Lo esencial es ser consciente y preservar los principios fundacionales de la identidad de ATTAC.
Estos principios pueden resumirse así:
- Laicismo: ATTAC, como demuestra la experiencia de sus comités locales, se inscribe en el movimiento laico, en el sentido más abierto del término: no solo en relación a las convicciones filosóficas de cada uno de sus miembros, sino también en relación a sus otras responsabilidades y compromisos ciudadanos, en tanto que se inscriben en los valores del laicismo.
- Independencia: ATTAC cuida su independencia frente a toda veleidad de instrumentalización. Esta independencia se verifica en el respeto a su carta fundacional, y está garantizada, en el plano nacional, por sus estatutos y por el lugar preponderante que ocupan los miembros fundadores en el seno del consejo de administración.
- Pluralismo: es favoreciendo la presencia militante más diversificada, abriéndose al máximo de socios que ATTAC encuentra las mejores garantías contra toda tentativa de “copo o control” por tal o cual grupo, tal o cual corriente de ideas. Este pluralismo no tiene nada que ver con lotes o cuotas, tan sabias como opacas; resulta, por el contrario, de la adhesión pública y transparente de los militantes y ciudadanos que se asocian para construir ATTAC.
- Acción: la acción es una dimensión mayor de la independencia de ATTAC. Constituye igualmente su piedra de toque. En ella y por ella se verifican la adecuación de las actividades realizadas, el respeto de los compromisos suscritos, la coherencia entre los propósitos y los actos.
Estos principios constituyen puntos de referencia importantes, y la dirección nacional de ATTAC, debe ser garante. Pero corresponde a cada uno de los adherentes, en función de las situaciones, de las experiencias y de las prácticas, apreciar la forma en la cual los principios deben concretarse. En este sentido, lo esencial depende de la cualidad de la vida democrática de la asociación. Mejorarla sin cesar debe pues ser una preocupación compartida por todas y todos. Eso implica combinar vigilancia y confianza, apertura y firmeza, y hacerlo con mesura y sin espíritu de automatismo, particularmente en lo que concierne a la acumulación de responsabilidades. En el momento en que la política de partido sufre un profundo descrédito, nutrido de renuncias y alimentado por ciertas conductas indignas, no conviene confundir el objeto mismo y la crisis que le afecta y saber oponer el compromiso ciudadano a las prácticas partidistas.
Documento de orientación adoptado por el Consejo de Administración de ATTAC Francia – 29 de marzo de 2000
0 Comments